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El devenir de las cosas se percibe gracias a los sentidos. Pero resulta evidente lo siguiente: Κακοὶ μάρτυρες ἀνθρώποισιν ὀφθαλμοὶ καὶ ὦτα βαρβάρους ψυχὰς ἐχόντων1. (Malos testigos [son] los ojos y los oídos para los hombres que tienen almas de bárbaros). No quiero decir con esto que tales hombres no vean las estrellas o que no escuchen la melodía de la lira. Lo que ocurre es que la mayoría de los hombres no son capaces de descubrir lo que hay detrás de esta φύσις porque su alma no está preparada para escuchar el Λόγος. Prestad atención a lo siguiente si queréis comprender: la φύσις es lucha, una lucha de contrarios que es a la vez unidad; es una lucha de presencia y ocultamiento. Dicho lo anterior, ahora podéis entender mejor esto: «Lo contrario, conveniente. {Lo contrario es concordante, y de los discordantes resulta la más bella armonía (y todo sucede por la lucha)}»2. En efecto, todo sucede por la lucha, y, por eso, Πόλεμος πάντων μὲν πατήρ ἐστι, πάντων δὲ βασιλεύς3. Pero obsérvese que esta lucha no se despliega en el caos, sino en una armonía que resulta invisible a la mayoría de los hombres. Ante esta armonía que sólo es visible al hombre que escucha el Λόγος, tal hombre se maravilla.

1B107.

2B8.

3Πόλεμος πάντων μὲν πατήρ ἐστι, πάντων δὲ βασιλεύς, καὶ τοὺς μὲν θεοὺς ἔδειξε τοὺς δὲ ἀνθρώπους, τοὺς μὲν δούλους ἐποίησε τοὺς δὲ ἐλευθέρους (La guerra es la madre de todo, la reina de todo, y a los unos los ha revelado dioses, a los otros hombres; a los unos los ha hecho esclavos, a los otros libres.) B53.

Un comentario sobre “Armonía invisible

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