Heráclito y Parménides nos hablan de señales, unas señales a partir de las cuales el hombre puede desvelar la realidad tal como es. En los primeros versos del fr. 8 del poema del eléata la diosa dice:
Un solo relato acerca del camino queda todavía: cómo es.
Sobre este camino hay múltiples señales:
que el Ser es ingénito e imperecedero,
pues es íntegro, y sin temblor y sin final;
ni fue alguna vez ni será,
puesto que es ahora todo al mismo tiempo, uno, continuo […]
—
Μόνος δ᾿ ἔτι μῦθος ὁδοῖο
λείπεται ὡς ἔστιν· ταύτῃ δ᾿ ἐπὶ σήματ᾿ ἔασι
πολλὰ μάλ᾿, ὡς ἀγένητον ἐὸν καὶ ἀνώλεθρόν ἐστιν,
ἐστι γὰρ οὐλομελὲς καὶ ἀτρεμὲς ἠδ᾿ ἀτέλεστον·
οὐδέ ποτ᾿ ἦν οὐδ᾿ ἔσται, ἐπεὶ νῦν ἔστιν ὁμοῦ πᾶν,
ἕν, συνεχές […]1
La diosa advierte que hay muchas señales (σήματα) a partir de las que un hombre afortunado-preparado como Parménides puede ver
Ver la entrada original 338 palabras más
