El pluralismo de Empédocles se fundamenta en sus cuatro principios, esto es, las cuatro raíces de las cosas: agua, tierra, aire y fuego. Son las raíces de todo (ῥιζώματα πάντων). Tenemos con Empédocles, pues, la doctrina de los cuatro elementos. Con tal doctrina este pensador inicial griego dejó a un lado la aspiración jónica de hallar un solo principio de las cosas. Digamos que tomó el agua de Tales, la tierra de Jenófanes, el fuego de Heráclito y el aire de Anaxímenes. El ser, por tanto, estaba integrado por cuatro raíces. Tal ser era eterno e indestructible. Todas las cosas estaban compuestas de cuatro elementos1 -incluso los dioses-. Cada elemento estaba divinizado. En general, Zeus era el fuego, Nestis el agua, Hera el aire y Hades la tierra.
La realidad es una sucesión cíclica de unidad y disgregación. Junto a los cuatro elementos hay dos fuerzas cósmicas y antagónicas:…
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