Id más allá del Πάντα ῥεῖ

Heráclito de Rubens (1577-1640)La mayoría habla de mi doctrina como si ésta se sostuviera exclusivamente en el cambio. Repiten una y otra vez aquello del Πάντα ῥεῖ hasta la saciedad, como si tal cosa les legitimara para decir: yo escucho al Λογος. Pero no, quines así actúan son incapaces de comprender el Λογος. El Πάντα ῥεῖ, por sí solo, es incapaz de hacer ver de qué estoy hablando todo el tiempo. Si no vais más allá del Πάντα ῥεῖ, no podréis ver que la esencia de mi doctrina (y la esencia del Λογος) se encuentra en la mezcla de oposiciones. Hablo de una unidad en la variedad, de una lucha, de una eterna lucha. ¿Se me entiende cuando hablo de una eterna lucha?

Tenéis que ir más allá del «no es posible meterse dos veces en el mismo río»1 si queréis oír al Λογος y decir como el sabio: todo es uno2. Apartaos de aquellos que sólo hablan del Πάντα ῥεῖ cuando hablan de mi doctrina, pues en verdad los tales viven dormidos. Sólo así, tal como os digo, y no escuchando a nadie más que al Λογος (y, por qué no, al sabio), podréis contemplar una universal armonía que se oculta a la mayoría, a los que viven dormidos. ¿Armonía? Sí, ella está en todo, ella es unificación universal de contrarios. ¿Es que os lo tengo que decir con otras palabras para que os hagáis una idea de lo que estoy diciendo? Mirad, la realidad se despliega gracias a un movimiento de contrarios. Y en tal movimiento de contrarios hay lucha (guerra – πόλεμος): los contrarios son en la medida en que uno nace pereciendo el otro. Es por lo anterior que debéis ahora comprender que cuando digo Φύσις κρύπτεσθαι φιλεῖ3, estoy hablando de la referida lucha de contrarios, una lucha que constituye el mundo (κόσμος). Fijaos, ahí donde leéis Φύσις, leed surgir, y ahí donde se leéis κρύπτεσθαι , leed declinar.

1B91.

2«Sabio es que quienes oyen, no a mí, sino a la razón, coincidan en que todo es uno.» B50.

3B123.

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El vulgo no escucha el Λόγος

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Representación de la Artemisa efesia, llamada polimastia, es decir, de múltiples pechos. Copia romana de la estatua del templo de Éfeso, Museo Arqueológico de Éfeso, Selçuk. (Wikipedia).

Heráclito de Rubens (1577-1640)

¿Alguien puede dudar, tal vez, que el Λογος rige las transformaciones del fuego? Sí, la mayoría. Y es que el Λογος, el que gobierna un ejercito de fuego (οἰακίζει πυροῦ στρατιὰν), no se escucha en este mundo de hombres donde predomina la vulgaridad. Y esto que digo, ciertamente, hace que la mayoría diga que mi carácter no tiene nada de amable, que soy despreciativo. Pero esto no me importa, pues ¿qué importa lo que se diga de mí? Sólo hay algo verdaderamente importante que merece toda la atención del mundo, y no es otra cosa que escuchar el Λογος y no las habladurías del vulgo. ¿Pero por qué os pensáis que me retiré al templo de Artemisa? Por el insoportable ruido de la charlatanería de todos esos ignorantes demócratas de Éfeso, una charlatanería hecha de política, de novedades, de hoy.

Pero escuchando el Λογος, ¿qué se escucha? El eterno y único devenir, la más absoluta indeterminabilidad de todo lo que hay aquí y allí: todas las cosas devienen, mas en realidad nunca ‘son’. Pero el vulgo -o sea, la mayoría- no escucha, y por eso cree ver algo que está inmóvil, acabado, puesto delante de sus narices de modo permanente; pero naturalmente el vulgo ve mal, quiero decir que no ve que en cada momento hay una lucha entre la luz y la tiniebla, entre lo dulce y lo amargo. Y como dos luchadores, a veces uno obtiene ventaja, a veces la obtiene el otro. ¿Se me entiende? A ver si se me comprende mejor así: “De las cualidades contrarias proviene la guerra, y de la guerra se originan todas las cosas. Por eso la guerra es el padre y el rey de todas las cosas”1.

1B53.