Heraclitismo

Heráclito de Rafael

En el diálogo Crátilo, Platón define el heraclitismo de la siguiente manera: “Dice Heráclito que todo se mueve y nada permanece, y, comparando lo ente a la corriente de un río, dice que no podrías meterte dos veces en el mismo río”. Sin embargo, Aristóteles no está convencido de la tradicional interpretación heraclítea: “Es imposible que alguien piense que lo mismo es y que no es, como algunos creen que dice Heráclito” (Metaph. Γ. 1005 b 23-25).

Pero hablemos un poco de mí y de mi doctrina. Antes de todo, situémonos en el tiempo y en el espacio: Asia Menor, Éfeso, en torno a a los S.VI – V a.C. Ahí esto yo, Heráclito1, de carácter altanero, misántropo y melancólico. Lo cierto es que desprecio a la plebe2. En cuanto a mi filosofía y para ser breve: todo lo que me llega a través de los sentidos no es fiable del todo, pero éstos son imprescindibles para obtener sabiduría. La realidad es un mundo de continuo e incesante cambio en la que se desarrolla una obstinada impermanencia de las cosas. ¡No hay nada estable! Y la razón (λόγος), es la única (entidad) capaz de descubrir la verdad. En efecto, el λόγος corrige el testimonio de los sentidos. Y este λόγος, si es bien “escuchado”, hace “ver” que todo es uno3. Y siendo todas las cosas uno, necesariamente de tal uno tienen que salir todas las cosas. De esta forma, admitiendo unidad del ser y, a la vez, concediendo la existencia de un permanente cambio, llego a la concepción de la unidad en la diversidad, de la diferencia en la unidad4. Así pues, este monismo se concilia con un cierto pluralismo5. Con todo, la lucha de contrarios es esencial al uno: éste sólo puede existir necesariamente a partir de la tensión de los contrarios6. Se trata de una tensión de los contrarios que cobra realidad gracias al fuego que es principio (ἄρχε)7 de todas las cosas. Todas las cosas se transforman en fuego y el fuego en todas las cosas, siendo la totalidad de esas cosas siempre la misma: el ser uno.

1Me llamaban “el oscuro” porque mi modo de escribir se asemeja a las sentencias pronunciadas por los oráculos. Pero hay un motivo de peso por el cual yo escribo así, a saber, quiero evitar el menosprecio y las burlas de aquellos hombres ignorantes que creen entender las lecturas fáciles.

2«Fue proverbial en la antiguedad su carácter altanero, misántropo y melancólico. Lo representaban siempre llorando, en contraposición a Demócrito, que siempre estaba riendo. Despreciaba la plebe» (Fraile, 2015).

3«Hipólito, Ref. 9,1 DK 22 B 50 [b]: No escuchándome a mí, sino al lógos, es sabio reconocer que uno es todo» (Oñate, 2004).

4Copleston, 1994.

5Fraile, 2015.

6«Orígenes, C.Cels. VI 42 DK 22 B 80: Hay que saber que la guerra es común, que la justicia es lucha y que todo acontece por lucha y por necesidad» (Oñate, 2004).

7«B.64 Y todo lo gobierna el rayo”. El rayo es el fuego. Zeus es el que envía el rayo» (Marzoa, 2013). En cuanto a la noción de “principio” (ἀρχή , archē), debe tenerse en cuenta de que es de por sí una noción propia de Aristóteles «y que ningún autor presocrático las empleó nunca en sentido filosófico» (Grodin, 2006).

Fuego: el principio fundamental

cropped-fuego-2.jpegEl principio fundamental (ἀρχή) es el fuego. En otros términos, todo sale del fuego, todo se compone de fuego, y todo se descompone en fuego: “Este κόσμος, de todo el mismo, ni alguno de los dioses ni de los hombres lo hizo, sino que en cada caso ya era y es y será fuego siempre viviente, encendiéndose según medida y apagándose según medida”1. El fuego es falta y exceso, depende de una lucha sinfín, está en perpetua mutación. Ahora bien, hay un Λόγος que rige todas las transformaciones del fuego, y es tal Λόγος la causa de una armonía oculta universal.

1Marzoa, 2013. B30.

La interpretación clásica de mi doctrina

Heráclito de Rubens (1577-1640)La interpretación clásica que se hace de mi doctrina apunta fundamentalmente a una tesis que podemos dividir en dos partes: 1º) Todo fluye y nada permanece (nada es). El todo fluye (Πάντα ῥεῖ) es la cita que se utiliza habitualmente para referirse al mencionado concepto de no permanencia, aunque tal expresión, para ser precisos, no forma parte de ningún texto atribuido a un servidor. También se suele utilizar la cita “no es posible meterse dos veces en el mismo río”, pero, como en el caso anterior, tampoco se me puede atribuir la autoría. Sea como fuere, se puede decir que yo acentúo la idea dinamista iniciada por Anaximandro y Anaxímenes, esto es, subrayo un profundo sentido del movimiento, inestabilidad e impermanencia de las cosas particulares. 2ª) La unidad de contrarios: A es no-A. Esta parte queda reflejada en fragmentos como el B88: “Lo mismo es viviente y muerto y despierto y durmiendo y joven y viejo; pues esto de un golpe es aquello y de nuevo aquello de un golpe es esto”. Aquí lo que se dice es que todo se está haciendo siempre, es decir, las cosas son y no son a la vez.